Experiencias en el camino de lo analógico a lo digital

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El grado de adopción de nuevas tecnologías condiciona la capacidad de reacción de las empresas en medio de cambios acelerados y mercados de alta competencia.

Cuando un joven Jorge Riba se inició como contador, a fines del siglo pasado, todos los documentos que manejaba (pagos, depósitos, etc.) eran en papel. Con el primer software administrativo cargaba los datos, pero guardaba los papeles en sus archivos, hasta que alguien le dijo: “¿Para qué guardás todo esto si ya lo tenés en el sistema?”.

Fue el momento en que el actual dueño de Dulcor se dio cuenta de que la digitalización había cambiado su actividad. Hoy controla los principales indicadores de su compañía alimenticia (produce más de 700 productos) desde su celular, esté en Arroyito o en cualquier lugar del mundo.

Este fue uno de los casos expuestos en el Córdoba Tech Day, realizado por el Córdoba Technology Cluster la semana pasada en el marco de la Semana TIC. Allí Riba; el presidente de Porta Hnos., José Porta; y el titular de Corbis Global, Martín Amengual, hablaron de cómo la tecnología transformó a sus empresas.

“En producción, está la tecnología para el producto, la calidad, la productividad y la eficiencia. Pero llegar al punto de venta cuando el consumidor lo necesita se logra con sistema; sin sistema, hoy es casi imposible”, explicó Riba. Sin embargo, confesó el temor de los ejecutivos de quedar “presos” de los sistemas. Y es que el mantenimiento y la actualización dependen de un desarrollador que puede ser un socio estratégico para el crecimiento o el generador de grandes dolores de cabeza.

El último gran paso fue trasladar la gestión al smartphone. “El sistema envía alertas en tiempo real: una mala operación, un problema climático. Por ejemplo, las heladas en Mendoza afectaron la producción de durazno y eso automáticamente generó una alerta para redefinir el presupuesto 2017”, contó.

Y agregó: “Hay que gestionar las empresas en tiempo real y eso depende de la digitalización. Por eso, el correo electrónico ya parece cosa del pasado; cuando uno termina de ver la cadena de e-mail al final del día, si hubo un problema ya se trató y solucionó”.

Proceso arduo

Pero la transformación tecnológica para el manejo de una industria no es un camino recto. Tiene marchas y contramarchas y hay mucho de prueba y error.

Mucho más cuando se trata de una empresa como Porta Hnos., que nació hace 134 años con impronta farmacéutica, pero al alcohol llevó a los licores y luego a productos de consumo masivo.

Cuando José Porta (hijo) quedó al frente de la empresa familiar, a inicios de la década de 1980, la firma inició un proceso de recambio generacional (en la empresa todavía estaba su abuelo), que fue el punto de partida para una nueva fase tecnológica.

La transformación que inició hace una década tuvo un impacto tan grande que desencadenó nuevas unidades de negocio.

Los procesos de ingeniería que permitieron el desarrollo y la consolidación de un equipo de técnicos (ingenieros, químicos, informáticos) especialistas en sus procesos industriales (destilación, separación, evaporación) que hoy están involucrados en plantas industriales para otras empresas, de las cuales y

Además, realizan desarrollos en Estados Unidos con un socio local y trabajan junto a las internacionales Dupont y Bioceres para llevar a escala industrial las creaciones en biotecnología.

“Córdoba tiene una capacidad industrial muy destacable. Uno puede preguntar: ¿che, ¿quién hace este tipo de equipos?, y seguro que alguien lo puede realizar”,

Esto sumado a Internet, que posibilita acceder a la tecnología disponible en cualquier lugar del mundo, nos ha permitido convertirnos de una empresa tradicional a una empresa de tecnología e ingeniería, proyectando plantas industriales, creando productos hoy en proceso de patentamiento e incluso software para operar plantas a distancia”, explica el empresario.

Esto implicó un cambio filosófico, porque fue abrir una empresa familiar a terceros. De hecho, Porta tiene espacios de coworking para el emprendedor que tenga una idea capaz de ser llevada a escala industrial, sea software , procesos o productos relacionados con su actividad; se le da el soporte para el desarrollo, se comparte el negocio o se aplica en forma interna.

Además, la compañía también está incursionando en el comercio electrónico, que no reemplazará a la venta en el canal minorista, pero que le da un contacto directo con el cliente.

A diferencia de los casos anteriores, Martín Amengual (hijo) se hizo empresario cuando lo digital ya era soporte de negocios.

Corbis Global, que “exporta” proyectos de arquitectura y construcción, sufrió de arranque la rotación de personal que tanto caracterizar al ámbito tecnológico.

Para lograr una continuidad en sus trabajos, desarrolló una plataforma informática para homogeneizar los procesos y garantizar niveles de calidad del producto. Trabajó en la primera versión entre 2005 y 2009; la crisis de la hipotecas suspendió el proyecto, pero a partir de 2011 retomó su idea, en la cual puso gran parte de sus energía durante cuatro años.

“En la actualidad, esta plataforma de project management está en condiciones de ser comercializada. Es un producto orientado a estudios de arquitectura y construcción, porque hoy los productos de gestión deben ser pensados como soluciones de nicho; pero si funciona en este segmento, en el futuro, cambiando algunas variables y sacando los datos específicos de la construcción, se puede desarrollar una plataforma para otras actividades profesionales”, explicó el ejecutivo.

Para esto, en la segunda etapa trabajó con un equipo propio de desarrollo de software con 12 personas (de un total de 90 empleados en Corbis) donde el gerente de IT ( information technology ) no es un simple encargado de sistemas: es un miembro ejecutivo que integra la mesa de decisiones.

Fuente: La Voz

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